domingo, 7 de octubre de 2007

Carta entregada a la Pdta. Bachelet

Santiago, 6 de Octubre de 2007



Señora
Michelle Bachelet Jeria
Presidenta de la República de Chile
Presente


Señora Presidenta,

Con la presente queremos hacerle llegar nuestro punto de vista respecto de la situación de derechos ciudadanos en el país, esperando también que esto contribuya a encontrar una salida positiva a tal situación a través de sus atribuciones en estas materias.

El día 2 de octubre de 2007, hemos presentado un recurso de protección ante los tribunales de justicia, para que esa instancia resuelva sentando precedente, respecto del derecho consagrado constitucionalmente a reunirse pacíficamente, sin permiso previo. Este recurso ha hecho píe en la vergonzosa situación vivida el último 11 de septiembre en las afueras de La Moneda por todas las organizaciones, sociales, culturales, políticas y en particular la vivida por la Asamblea de Derechos Humanos. (ni hablar de personas no organizadas).

Hemos destacado el hito descrito, pero tal situación es lamentablemente, mucho más extendida, lo que complica la participación y organización ciudadana en los distintos ámbitos del quehacer nacional.

Ante esta situación, y en el entendido, que las restricciones a este derecho surgen de la aplicación de las disposiciones generales de la policía y de un Decreto Supremo del ex dictador A. Pinochet U., nos preguntamos:

¿Cuáles son los motivos de que cuatro gobiernos de la Concertación mantengan esta injusticia, sin colocarle fin por medio de la revisión de esas disposiciones generales de la policía desde el Ministerio del Interior y el revocamiento de las disposiciones del tirano, a través de un nuevo D.S. que rescate el espíritu de la ley, en el marco de los derechos en democracia?

¿Cómo justifica su gobierno el que desconozca el marco jurídico internacional de La Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, ratificado por Chile, que dispone que el ejercicio del derecho de reunión sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley?

Así las cosas, nos parece que es evidente la falta de voluntad política de los cuatro gobiernos de la Concertación.

Usted en forma pública, comprometió ante el pueblo un “gobierno ciudadano” y en los hechos, pudiendo su gobierno realizar cambios en estos derechos básicos, se optó por mantener una situación de represión ciudadana, que ha tenido un costo altísimo de vidas humanas (recordamos las muertes del trabajador de CELCO y el carabinero durante este 11 de septiembre) y de ciudadanos golpeados y vejados (estudiantes secundarios, manifestantes contra la guerra, dirigentes mapuches, manifestantes sociales, sindicales y políticos, etc.).

Todas estas arbitrariedades, toda esta violencia, genera en Chile una cultura del maltrato, y su uso, se extiende también sin miramiento en las empresas privadas y los servicios públicos hacia sus usuarios. Así entonces el ciudadano común, ve atropellados sus derechos y dignidad desde todos los ámbitos, experimentando una orfandad total, pues nadie vela por sus derechos. Esta situación que no es teórica sino vivencial, debería ser suficiente argumento para abordar con seriedad la necesidad, que por primera vez en su historia, los chilenos se puedan dar participativamente un marco constitucional que regule de forma sensata la convivencia nacional.

En este contexto, también se explica porque las organizaciones de derechos humanos y muchas organizaciones sociales y políticas chilenas, no apoyan a su gobierno en sus intentos por integrar la comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, movido por intereses ajenos al espíritu de respeto irrestricto a los Derechos del Hombre.

Queremos hacerle ver, que ya no basta con tácticas de manipulación mediática que usted heredó de su antecesor. Hoy resulta imprescindible dar pasos concretos hacia una democracia real y participativa. Contamos con un pueblo capaz, pero que necesita que desde su gobierno se esté también a la altura del momento histórico que nos toca vivir, y se concreten las acciones necesarias para cambiar la situación crítica en que están las cuestiones públicas en nuestro país, con consecuencias indignas para la gente. Ya no es tiempo de medidas mínimas, es tiempo de expandir el futuro de Chile.



Por “La plataforma Chile contra el maltrato ciudadano”